Sin duda alguna, los pies de los bebés despiertan mucha ternura. Sin embargo, en la infancia es cuando se recomienda comenzar a cuidarlos para evitar posibles infecciones, deformaciones o alteraciones en las rodillas, las caderas y la columna. Por lo general, nos preocupamos por sus dientes, ojos, oídos y la alimentación, pero ¿nos preocupamos cómo debemos de sus pies?
Los pies de tu bebé tienen que soportar su peso durante toda su vida. Por ende, prestarles atención periódica y cuidado regular resulta primordial para prevenir problemas en la vida adulta. Aquí te damos distintos consejos para que comiences a preocuparte por la salud de los pies de tu bebé:
Ejercita sus pies desde la cuna
Los pies de tu bebé no sólo se ejercitan caminando. De hecho, podemos ayudar a nuestros hijos a ejercitar los pies desde que nacen. Por ejemplo: si le destapas los pies cuando está acostado, el bebé podrá patalear, jugar con ellos y hacer movimientos que van preparando al pie para para soportar su peso cuando llegue el momento de caminar. Esto les ayudará a fortalecer sus músculos y tejidos, como también los huesos de las piernas y pies.
Mantén la higiene de sus pies
Para mantener una buena higiene, tienes que lavarle los pies dos o tres veces a la semana (mínimo) durante cinco minutos con agua tibia y un jabón con pH neutro. A la hora de secarlos, debes dar suaves toques y preocuparte de que no queden zonas húmedas entre sus deditos. Además, no olvides hidratarlos con crema o aceite al terminar el baño. Así, evitarás que el pie se seque, generando grietas y escamas. Asimismo, para evitar el exceso de sudoración ponle calcetines de algodón, hilo o lana.
No los fuerces a caminar
El gateo es fundamental en su desarrollo. Antes de comenzar a dar los primeros pasos, el bebé pasa por diferentes etapas preparatorias: reptado, gateo, búsqueda de apoyo para ponerse de pie, entre otros. Por esto, durante esta etapa es vital que estimules su gateo, pero sin obsesionarte. Además, muchos niños se saltan esta fase y caminan de inmediato.
Ahora bien, no trates de enseñarle a ponerse de pie y a caminar sosteniéndolos por las axilas, pues le estarás forzando a que realice un ejercicio para el que aún no está totalmente preparado. Todos los bebés aprenden a caminar por sí solos, aunque cada niño es un mundo distinto, por lo que algunos se demoran más que otros.
Controla su crecimiento
Es bastante importante que controles periódicamente el crecimiento de su pie, pues así podrás cambiar su calzado en el momento adecuado. Cuanto más pequeños son, más rápidamente crecen sus pies.
Sus zapatos deben cubrir sus pies holgadamente, ya que si le aprietan demasiado restringen el movimiento y podrían causar un retraso en su desarrollo. No obstante, si le quedan grandes, entorpecerán sus movimientos, adquiriendo posturas y hábitos poco saludables.
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